Según la fuente, el plazo estimado para formar el nuevo Ejecutivo es de ocho semanas tras las elecciones del pasado mes de noviembre.
Dijkgraaf es antiguo diputado del Partido Político Reformado (SGD), mientras que Van Zwol fue consejero de Estado con el Llamamiento Demócrata Cristiano (CDA) y lideró el comité que hace dos meses recomendó al gobierno neerlandés limitar la migración.
Ambos jefes negociadores han sido propuestos por el líder del Partido por la Libertad (PVV) y candidato más votado en las últimas elecciones, el ultranacionalista Geert Wilders, y contaron con el apoyo de la gran mayoría de la Cámara.
Los recien nombrados por el parlamento neerlandés deben completar su trabajo preferiblemente antes de mediados de mayo.
Su principal misión es la de comprobar si es factible un gabinete de programa entre el PVV, el conservador Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), el democristiano Nuevo Contrato Social (NSC) y el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB).
Putters se encargó de liderar las negociaciones desde mediados de febrero y en su informe final reconoció la dificultad para que los partidos se pusieran de acuerdo, sobre todo por las reticencias de algunos de ellos a las posturas más extremas del PVV.
Las cuatro principales formaciones políticas de derechas coinciden en algunos aspectos, pero difieren en otros asuntos clave, sobre todo en materia migratoria.
Por su parte, Wilders destaca por sus posturas extremistas contra la inmigración y su rechazo al islam.
El PVV se hizo con la victoria en los comicios de noviembre al lograr 37 escaños y por delante de la coalición progresista Izquierda Verde-Partido del Trabajo de Frans Timmermans, que se hizo con 25.
Mientras, el VVD quedó en tercera posición con 24 diputados, seguido del NSC con otros 20 y del BBB con nueve.
De acuerdo a analistas locales, con la aritmética parlamentaria que dejaron los comicios de noviembre, el socialdemócrata Timmermans tampoco tiene fácil recabar los apoyos necesarios para formar gobierno.
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