Un comunicado del mecanismo de integración latinoamericano y caribeño señaló que la generala estadounidense de “manera irresponsable y cínica” lanzó “acusaciones infundadas” contra algunos países miembros de la Alianza.
Estas declaraciones demuestran, una vez más, la intolerancia del imperialismo estadounidense ante la existencia de países libres y soberanos que buscan el bienestar de sus pueblos, eligen su propio sistema político y no se someten a los intereses neocoloniales de Washington, afirmó.
El texto manifestó que América Latina y el Caribe “ha sido víctima de una larga lista de intervenciones y de la expoliación” por parte de diferentes Administraciones estadounidenses.
Subrayó que las incesantes pretensiones de Estados Unidos de “reimponer la Doctrina Monroe”, quebrantan la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, al mantener una política de hostilidad e injerencia en los asuntos internos de nuestras naciones.
A lo que se suma también, añadió, la imposición de medidas coercitivas unilaterales que son contrarias al Derecho Internacional y las amenazas de uso de la fuerza para “apropiarse de lo que nunca les ha pertenecido ni les pertenecerá”.
Los países de la Alianza reiteraron el más firme rechazo a las “inaceptables calificaciones y amenazas injerencistas” de Estados Unidos y sus pretensiones expansionistas sobre nuestra región pacífica, libre, soberana e independiente.
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