Un mensaje divulgado por su portavoz envió sentidas condolencias a las familias de las víctimas así como al Gobierno y pueblo de la nación euroasiática tras el hecho reportado este viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, ubicada en la provincia de Moscú.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas rechazó el acto que calificó de reprensible, atroz y cobarde.
El órgano recordó que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internacionales.
A la par, los miembros insistieron en la necesidad de responsabilizar a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos reprensibles actos de terrorismo y llevarlos ante la justicia.
Al respecto, instaron a todos los estados a cooperar activamente con el Gobierno de Rusia, así como con todas las demás autoridades pertinentes de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y las resoluciones pertinentes.
Cualquier acto de terrorismo es criminal e injustificable, independientemente de su motivación, dónde, cuándo y quién sea que lo cometa, dijo además la nota.
Igualmente, remarcó la necesidad de que todos los Estados combatan las amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas por todos los medios.
De acuerdo con testigos presenciales, un grupo de desconocidos con ropa de camuflaje militar y enmascarados abrieron fuego con armas automáticas en el vestíbulo de la sala Crocus City Hall, antes del inicio del concierto de la banda Picnik.
Luego se produjo una explosión y se desató un incendio en el edificio, en un área de 12 mil 900 metros cuadrados, lo cual provocó el derrumbe parcial del tejado y causó grietas en la fachada de cristal.
El ministro de Salud ruso, Mijaíl Murashko, informó que al menos 115 personas se encuentran hospitalizadas, entre ellas cinco menores de edad.
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