“Enviamos toda nuestra solidaridad y condolencias al pueblo ruso, al hermano presidente, Vladimir Putin, y a las familias de las víctimas fatales”, escribió el mandatario en su cuenta de X (antes Twitter).

Arce enfatizó en que “este trágico hecho debe ser repudiado por toda la comunidad internacional”.

En igual sentido se pronunció en un comunicado al que tuvo acceso Prensa Latina la Cancillería de Bolivia.

Según el texto, “en consecuencia con el carácter pacifista de nuestro Estado Plurinacional, condenamos cualquier acción violenta que atente contra la vida y genere terror en la población”.

De acuerdo con la cadena de televisión rusa RT, un grupo de personas vestidas con ropa de camuflaje y armadas con fusiles de calibre de guerra abrieron fuego en el interior de la concurrida sala de conciertos del centro de exposiciones de las afueras de Moscú.

Los terroristas también incendiaron las butacas de la instalación cultural, lo cual provocó la propagación de las llamas y la caída del techo de la sala.

Autoridades del Servicio Federal de Seguridad socorrieron de inmediato a quienes quedaron atrapadas en el sitio y, según ese medio de prensa internacional, el Comité de Investigaciones abrió un expediente criminal.

Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, instó a las autoridades de Estados Unidos a compartir información sobre el atentado.

«Si Estados Unidos dispone o disponía de datos fiables al respecto, entonces debe transferirlos inmediatamente a Rusia», escribió la vocera en su canal de Telegram, en referencia a declaraciones del asesor de Comunicaciones de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

Con anterioridad, el funcionario estadounidense aseguró que por el momento no hay indicios de la participación de Kiev o de ciudadanos ucranianos en el atentado.

Al respecto, la diplomática rusa recalcó que, si Washington no tiene información alguna sobre los organizadores del ataque terrorista, entonces «la Casa Blanca no tiene derecho a conceder indulgencias a nadie» en medio de una tragedia de esta escala.

La semana pasada, previo a los comicios presidenciales del Estado eurasiático, la embajada de Estados Unidos en la nación eslava alertó de posibles atentados en Moscú, San Petersburgo y zonas fronterizas con Ucrania.

Recomendó, asimismo, en un aviso urgente a sus connacionales abandonar el país.

Al comentar esa alerta de la representación diplomática estadounidense, Zajárova recalcó entonces que la legación diplomática debió compartir elementos sobre posibles atentados con las autoridades rusas.

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