En la ocasión estuvieron presentes los presidentes del Comité Central del Frente y los representantes de los partidos políticos y entidades sociales.
Los asistentes subrayaron que el Partido del Trabajo de Corea y el gobierno de la RPDC adoptaron una nueva posición sobre las relaciones íntercoreanas y la política de reunificación, al calificar no como contraparte de reconciliación y reunificación, sino como «Estado hostil, enemigo principal y país extranjero al clan de la República de Corea».
Destacaron que durante casi 80 años, Seúl vino persiguiendo en contubernio con las fuerzas extranjeras el derrumbe del régimen de la RPDC y la unificación mediante la absorción, tras declararla como enemiga principal.
Llegó a la identidad de criterios en que no hay la necesidad de que exista por más tiempo el Comité Central de dicho ente, ya que las relaciones intercoreanas se convirtieron en enemistad entre dos Estados hostiles y beligerantes en estado de guerra, dejando de ser connacionales y homogéneas, según la información oficial.
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