Ante una multitud reunida en esta capital a 48 años del inicio de la última dictadura cívico-militar (1976-1983), la defensora de los derechos humanos exigió juicio y castigo para todos los culpables de delitos atroces como desapariciones forzadas, asesinatos, violaciones, robos de bebés y vuelos de la muerte.
Son crímenes que no prescriben y sus condenas deben ser de cumplimiento efectivo. Las constantes provocaciones del gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel violan todos los pactos internacionales, afirmó.
La democracia argentina tiene la enorme deuda de restituir la identidad de 300 personas, la mayoría de ellas nacidas en las maternidades clandestinas de la dictadura. Ayudemos a las Abuelas y sus familias a encontrarlas y transitar el camino de la verdad, añadió.
Además, reiteró el compromiso de los presentes con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y exigió saber dónde están los cuerpos de los desaparecidos.
Por otra parte, condenó las medidas de la dirección del país y aseguró que la intención de modificar la Ley de Seguridad Interior para otorgar tareas de la Policía a las Fuerzas Armadas es contraria a los derechos humanos de todos.
«Hoy es una jornada histórica, con movilizaciones masivas, y es una demostración de que el pueblo está de pie frente a este gobierno neofascista. Necesitamos fortalecer la unidad y la organización para defender la democracia”, señaló.
Nuestros familiares y compañeros luchaban por una sociedad más justa, igualitaria y solidaria. Por eso se los llevaron. Las mismas banderas tomamos en pleno genocidio, cuando salimos a enfrentar a la dictadura más sangrienta. Así también lo hacemos hoy porque Milei viene por todo: por nuestros derechos, soberanía y libertad», aseveró.
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