«El terrible crimen cometido el 22 de marzo en la capital de Rusia es un acto de intimidación y de inmediato se plantea la pregunta: ¿a quién beneficia?», afirmó Putin este lunes durante una sesión dedicada a las medidas tomadas después del atentado.
Al mismo tiempo, el líder ruso señaló que Moscú sabe que el ataque fue cometido con las manos de islamistas radicales, pero le interesa «quién es el empleador».
En su opinión, lo sucedido en Crocus City Hall puede ser solo «un eslabón en una entera serie de intentos de quienes están luchando contra nuestro país desde 2014 con las manos del régimen neonazi de Kiev».
Mientras tanto, indicó Putin, Estados Unidos «trata de convencer a sus aliados y a otros países del mundo a través de varios canales de que supuestamente no hay huella de Kiev en el ataque terrorista en Moscú, que el atentado sangriento fue perpetrado por miembros de la organización terrorista Estados Islámico”.
El líder ruso expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos y deseó una pronta recuperación a los heridos.
npg/gfa