En una entrevista con la agencia Sputnik, Platonov dijo que Rusia no ganaría nada con abandonar la OMC.
Agregó que si evalúan los aspectos estrictamente comerciales de una posible retirada, hay que reconocer que las desventajas son mucho más numerosas que las ventajas. La permanencia en la OMC permite a Rusia transmitir su punto de vista a otros participantes y facilitar la toma de decisiones que respondan a sus intereses’.
La retirada por el contrario, continuó el representante ruso, significaría renunciar a unas condiciones más favorables en el acceso a los mercados de muchos socios comerciales, así como perder la oportunidad de influir en reglas de comercio multilaterales en distintos ámbitos, como agricultura, subvenciones a la pesca o comercio electrónico.
Platónov recordó en este contexto que el comercio exterior de Rusia se rige hoy por las reglas de la OMC directamente, o por acuerdos preferenciales. Ni Rusia ni otros Estados miembros de la Unión Económica Euroasiática tienen acuerdos de libre comercio con todos los socios, por consiguiente, la mayoría de los países dejarían de estar atados a exportadores rusos por reglas unificadas en el caso de una retirada.
Como ejemplo, Platónov mencionó que las exportaciones agrícolas de Rusia crecieron 156,7 por ciento y las textiles, un 126,7 con respecto al año de la adhesión, 2012, gracias al comercio sin discriminaciones en el marco de la OMC.
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