La autorización del Gobierno permitirá exportar aviones caza de próxima generación, a partir de la incorporación nipona en diciembre de 2022 al programa británico-italiano Tempest, que entraría en servicio en 2035.
El proyecto conjunto, conocido como Programa Aéreo de Combate Global (GCAP, por sus siglas en inglés), tiene su base en Reino Unido y transita por fases iniciales.
En general, el Ejecutivo de esta nación asiática aprobó una revisión de las normas nacionales sobre transferencia de tecnología y equipamiento bélicos para permitir la producción conjunta de armas letales y la venta a países ajenos a su desarrollo.
Según alegó el secretario jefe del gabinete, Yoshimasa Hayashi, “para conseguir una aeronave de combate con el rendimiento necesario y para evitar poner en peligro la defensa de Japón, es necesario transferir productos terminados de Japón a países distintos de los países socios”.
Al decir del ministro de Defensa, Minoru Kihara, los cambios adoptados no implican renunciar a “la filosofía básica de una nación pacifista”.
No obstante, el país aprobó un alza del 16 por ciento en su presupuesto militar para 2024 y dejó las puertas abiertas para un posible incremento de las exportaciones de armamentos.
El plan avalado por el Gobierno acelerará el despliegue de misiles crucero de largo alcance y fortalecerá las fuerzas armadas con aviones F-35 de difícil detección, de acuerdo con el plan.
Las partidas incluyen, por ejemplo, la construcción de dos nuevos buques de guerra equipados con sistemas de defensa antimisiles “Aegis”, desarrollados por Estados Unidos
A juzgar por los montos presupuestarios, el Ejecutivo nipón seguirá alejándose del principio, adoptado tras la Segunda Guerra Mundial, de limitar las fuerzas y medios militares del país al terreno de la defensa.
El presupuesto para el ejercicio fiscal de 2024, contempla 7,95 billones de yenes (56 mil millones de dólares) con vistas a incrementar las fuerzas armadas, tras alcanzar la cifra récord de 6,8 millones de yenes el año pasado.
Alrededor de 734 mil millones de yenes (cinco mil 150 millones de dólares) están designados a misiles crucero tipo 12, misiles Tomahawk de fabricación estadounidense y el desarrollo de una nueva generación de misiles de largo alcance.
También el presupuesto respalda un gasto superior a los 80 mil millones de yenes (562 millones de dólares) para el desarrollo de misiles hipersónicos guiados con un rango de tres mil kilómetros.
El nuevo año fiscal, del 1 de abril de 2024 al 31 de marzo de 2025, marcará otro período de ascenso rumbo al objetivo de elevar el presupuesto de defensa a un valor equivalente al dos por ciento del Producto Interno Bruto de cara a 2027, avalaron las autoridades.
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