El coordinador residente del sistema de Naciones Unidas, Francisco Pichón, ratificó la voluntad de ayuda en una publicación digital sobre la labor del organismo en esta nación caribeña.
Según apreció, las autoridades de la isla están interesadas en alinear el sector no estatal con las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 y las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Para las entidades de ONU en el país, una de las áreas de trabajo “más extendidas” responde actualmente a la necesidad de dotar a los nuevos emprendimientos de herramientas y conocimientos de partida.
“Propiciar su inclusión financiera, dotarlos de metodologías para sus planes de negocios, ayudar a conectar sus potencialidades con las prioridades del desarrollo municipal, son algunos de los temas abordados no solo en el ámbito teórico, sino en el apoyo a iniciativas concretas, dijo el funcionario.
“Queremos ser parte de los desafíos y de las soluciones”, aseguró Pichón, quien valoró la voluntad de apoyar a los actores económicos para su integración en programas de transformación productiva y «en un tejido empresarial cada vez más articulado como sistema, listo para insertarse en cadenas de valor internacionales”.
Queremos apoyar, abundó, la construcción de un entorno de políticas habilitadoras frente a las limitaciones de acceso a financiamiento, infraestructura y tecnología.
Al decir del representante de ONU, también interesa propiciar el contacto con las mejores prácticas internacionales para impulsar marcos normativos aceleradores y negocios inclusivos, con igualdad de género, dentro de un contexto donde la participación de mujeres como socias de Mipymes ronda apenas el 24 por ciento.
“Capacidades, recursos y mandatos de nuestras Agencias, Fondos y Programas están a disposición del país para, de conjunto con contrapartes nacionales, socios de la cooperación y otros actores
posibles, proponernos en lo adelante llegar más lejos”, sintetizó.
Datos de ONU, recordó, corroboran que las Mipymes representan alrededor del 90 por ciento de las empresas y más de dos tercios del empleo a nivel mundial; ello reivindica su capacidad para generar trabajo decente, contribuir a un crecimiento económico innovador e inclusivo, y apoyar el abordaje de desafíos económicos, sociales y ambientales planteados por la Agenda 2030.
Dentro de un contexto global marcado por indicadores de lenta recuperación pospandémica, conflictos geopolíticos y poco progreso en las metas de los ODS, sumar a estos actores a los esfuerzos de gobiernos, y sector público en general, representa una oportunidad para añadir capacidades y recursos a las prioridades de desarrollo sostenible, opinó el experto.
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