En particular, a la ceremonia, celebrada en el noveno día tras la tragedia, asistieron representantes de Estados Unidos, la Unión Europea, África y América Latina, así como varios miembros de organizaciones internacionales y representantes del Consejo de jóvenes diplomáticos, destacó la cancillería rusa.
En la ceremonia participaron más de 250 personas representantes de alrededor de 130 misiones diplomáticas y organizaciones internacionales.
El pasado 22 de marzo, un comando de hombres armados disparó contra una multitud reunida para un concierto de rock en Crocus City Hall e incendió el recinto. Según los últimos datos oficiales, el ataque terrorista se saldó con 144 muertos y más de 550 heridos.
Hasta ahora, fueron detenidos en Rusia 13 presuntos implicados, incluidos los cuatro atacantes que abrieron fuego en Crocus City Hall, a nueve de ellos ya fue dictada una medida cautelar en forma de prisión preventiva.
Además, fueron detenidas nueve personas en Tayikistán, sospechosas de tener vínculos con los autores del atentado.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció que el ataque fue obra de islamistas radicales, pero supuso que podría ser un eslabón en una cadena de operaciones que se llevan a cabo contra Rusia desde 2014 «con las manos del régimen neonazi de Kiev».
Según el Servicio Federal de Seguridad, después del atentado los terroristas intentaron huir hacia la frontera entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, Ucrania negó de plano su implicación en el ataque.
El ataque terrorista a la sala de conciertos es el más mortífero en Rusia en casi 20 años.
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