«Ya me he reunido dos veces con los embajadores de la mayoría mundial en Moscú. Habrá otra reunión a principios de abril. Les estamos explicando nuestra valoración de cómo está evolucionando la situación en torno a Ucrania», señaló el jefe de la diplomacia rusa en una entrevista publicada este sábado por el diario Izvestia.
Lavrov recordó que la última vez que tuvo lugar una discusión de este tipo, hace unos dos meses, los participantes en la reunión estaban resolviendo la llamada fórmula de paz del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski.
«Nos hicieron preguntas. Yo les dije: Tomemos solo un aspecto de esta fórmula, según la cual Rusia debe liberar Crimea, Donbás y Nueva Rusia, según las fronteras de 1991», continuó el canciller.
«En 1991, Ucrania abandonó la Unión Soviética con una declaración de independencia, en la que afirmaba que era un Estado neutral y no alineado, vivía en buena vecindad con todas las antiguas repúblicas, respetaba los derechos humanos y los derechos de las minorías nacionales. Nada de esto permanece», agregó el diplomático.
También llamó la atención sobre el hecho de que los representantes de Kiev han demostrado en repetidas ocasiones su intención de llevar a cabo acciones punitivas contra los residentes de estos territorios.
«Miren en internet lo que dicen los políticos ucranianos, los parlamentarios, sobre cuál será el destino de las personas que ahora viven en Crimea, en las repúblicas de Lugansk y Donetsk, en Zaporozhie y en la región de Jersón. Dicen que ni siquiera habrá una purga», explicó Lavrov.
«Si este es el significado de la ‘fórmula’, es una invitación al genocidio. Nuestros colegas de África, Asia y América Latina deberían entender a dónde se les está invitando», concluyó.
ro/gfa
