Según publicó el SFS en su sitio oficial este martes, agentes de ese órgano y del servicio de aduanas desarticularon un canal de contrabando transfronterizo de explosivos desde Ucrania vía Unión Europea.
Durante la revisión de un vehículo en el puesto fronterizo de Ubilinka, en los límites entre Letonia y Rusia, «se descubrieron explosivos de fabricación extranjera en un cargamento de iconos y artículos religiosos introducidos en la Federación de Rusia desde Ucrania».
«Del cargamento, cuyo itinerario era Ucrania-Rumanía-Hungría-Eslovaquia- Polonia-Lituania-Letonia-Rusia, se extrajeron 27 bombas de fabricación casera escondidas en iconos y listas para el uso, 70 kilogramos de explosivos plásticos de gran potencia, 91 detonadores eléctricos y componentes del lanzacohetes RPG-7», afirmó el SFS.
El comunicado precisa que se detuvo a una persona presuntamente implicada en estos hechos.
En su nota, el Servicio Federal de Seguridad aseguró que «todos los autores intelectuales y cómplices del crimen, incluidos los de nacionalidad extranjera, serán declarados en busca y captura y tendrán responsabilidad penal de acuerdo con las leyes rusas».
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