Se trata de la segunda ocasión en menos de un año que la alta funcionaria llega al gigante asiático, esta vez lo hace tras los consensos alcanzados entre los líderes de ambos países en noviembre pasado durante la cumbre de San Francisco.
De acuerdo con la Cancillería asiática, los nexos económicos bilaterales responden a intereses comunes de las dos naciones y su esencia radica en el beneficio mutuo y los resultados de ganar-ganar.
«Se espera que Estados Unidos trabaje con China en la misma dirección, maneje adecuadamente las diferencias, construya consensos, profundice la cooperación y promueva el desarrollo constante de las relaciones económicas», agregó el vocero Wang Wenbin.
La agenda de Yellen se extenderá hasta el 9 de abril y prevé una parada en la ciudad sureña de Guangzhou antes de arribar a esta capital.
A la visita de la titular del Tesoro le seguirá la del Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también prevista para este año.
En conversación telefónica con su homólogo norteamericano Joe Biden, el presidente Xi Jinping llamó la atención sobre la última serie de medidas de Washington para reprimir el desarrollo comercial y tecnológico de China, así como el incremento de sanciones a entidades del gigante asiático.
La lista abarca desde la represión al gigante tecnológico chino ByteDance por el tema de Tiktok, hasta medidas unilaterales contra fabricantes y empresas por conjeturas sobre nexos con el sector militar ruso o por un supuesto ataque de ciberseguridad contra territorio norteamericano.
La Cancillería china calificó esto de «coerción económica» y extraterritorialidad, una «muestra de hegemonismo e intimidación» que seguramente estará en la mesa de conversaciones durante las próximas visitas aquí de Yellen y de Blinken.
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