En el norte del territorio se estima que uno de cada tres niños menores de dos años sufre emaciación, la forma más grave de malnutrición, en comparación con uno de cada seis en enero último, alertó en un comunicado la organización no gubernamental.
Subrayó que los menores que sufren desnutrición en Gaza “no reciben los alimentos ni la atención médica que necesitan para sobrevivir”.
Ellos necesitan urgentemente alimentos ricos en nutrientes y fáciles de consumir, así como medicamentos esenciales, incluidos antibióticos, e instalaciones sanitarias para combatir el problema, destacó.
Sin embargo, recordó Save the Children, el Ejército israelí ejecutó más de 400 ataques contra el sector médico en la Franja desde octubre último, lo cual provocó la paralización o destrucción de 26 de los 36 hospitales del territorio.
Una vez que se afianza la desnutrición aguda grave, los niños suelen desarrollar otras afecciones porque su sistema inmunológico comienza a fallar, alertó el grupo.
Al respecto, destacó que la diarrea está muy extendida en Gaza debido a los desplazamientos masivos y a las condiciones antihigiénicas exacerbadas por la destrucción de la infraestructura sanitaria.
Asimismo, acusó a Israel de retrasar y prohibir, en algunos casos, la entrada a suministros vitales como alimentos y medicinas para el enclave costero.
Hay informes de que en la frontera con Egipto los militares impidieron el ingreso de cilindros de oxígeno, ventiladores y purificadores de agua, cuestionó.
“Estamos siendo testigos de una aniquilación del bienestar físico y mental de los niños en Gaza. El ritmo al que han sido empujados al borde de la muerte (y más allá) en los últimos seis meses es nada menos que asombroso”, criticó Xavier Joubert, director nacional de Save the Children en el territorio palestino ocupado.
Es inconcebible que alimentos, productos nutricionales y suministros médicos que salvan vidas estén en la frontera, a sólo kilómetros de donde los niños mueren innecesaria y dolorosamente por desnutrición, lamentó.
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