La declaración se realizó a puerta cerrada y por una investigación preliminar por ese cargo y el de no presentación de documentos (la declaración del citado patrimonio), siendo posible que se añadan otros, referidos a su reticencia previa a declarar.
Pese a las expectativas de decenas de periodistas, generada por su ofrecimiento de declarar a la ciudadanía después de hacerlo ante la Fiscalía de la Nación, Boluarte salió velozmente sin hacer comentarios a los reporteros que la esperaban en los alrededores.
La comparecencia se realizó tras resistencias de la mandataria que no cumplió con citatorios anteriores, ante lo cual los fiscales anticorrupción allanaron su casa y el despacho presidencial, sin que entregara o mostrara los relojes Rolex que llevaba en actos públicos.
El periódico Hildebrandt en sus Trece citó hoy antes del interrogatorio una fuente no identificada del Palacio de Gobierno, según la cual Boluarte declararía que tiene una relación amical muy cercana con el gobernador de la región surandina de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, quien le prestó los relojes Rolex, los cuales devolvió.
“Nada de lo que pretende construir como el relato de un débil mental librará a Boluarte del fango en el que está metida”, señaló el citado semanario opositor, al asegurar que la Fiscalía considera que tiene evidencias claras de delitos cometidos por ella y de que ha intentado evitar que se sepa la verdad.
El abogado penalista Andy Carrión cnsideró posible que los abogados de Boluarte estén en contacto para concertar una coartada sobre los Rolex y advirtió que la credibilidad de la mandataria está mellada por declaraciones anteriores desmentidas.
Por su parte, el analista político José Luis Ramos dijo que esas primeras explicaciones y el largo silencio mantenido hasta hoy por la presidenta equivalen a una confesión de que ha cometido hechos irregulares y opinó que la ciudadanía no cree a priori lo que pudiera decir a los fiscales.
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