Mediante un boletín especial, la entidad científica señaló que tal situación puede ser considerada dañina para la salud, debido a que se registró extensión del humo y valores máximos de concentración de contaminación.
En el mensaje advirtió además que la calidad del aire entraría en la categoría de “peligrosa” si continúan los índices ascendentes, según la metodología aplicada de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
El Insivumeh llamó a evitar la participación en actividades físicas al aire libre sin ningún tipo de protección, principalmente personas con enfermedades cardiacas, pulmonares, adultos mayores y niños.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) emitió, por su parte, una serie de recomendaciones debido a la emergencia, entre ellas indicó suspender las clases este lunes en esas dos demarcaciones.
También pidió la utilización de mascarilla, mantener ventanas cerradas en las viviendas y lugares de trabajo, así como conducir con los vidrios del vehículo cerrados.
El incendio registrado la víspera en el kilómetro 22 de la ruta al Pacífico mantiene en alerta a las autoridades, mientras la Conred divulgó que está controlado al 50 por ciento y algunos medios locales plantearon que podría tardar una semana sofocarlo.
El portavoz de esa institución, Rodolfo García, explicó que la liquidación está al 30, y aparte de apagar el fuego, las cuadrillas deben enfriar las brasas o materiales calientes que posibilitarían un reinicio del siniestro.
La Dirección General de Aeronáutica Civil informó, por su parte, que prosiguen las operaciones en el Aeropuerto Internacional La Aurora y descartó retrasos en vuelos de ingreso y salida, pese a la contaminación del aire reportada.
La directora ejecutiva de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA), Irma Díaz, declaró que existe sospecha de que el incendio en el vertedero fue provocado.
“Quien lo hizo no se imagina la magnitud e impacto que ocasiona, principalmente en el aspecto ambiental, sino social y financiero”, detalló.
La AMSA administra el basurero enclavado en el municipio Villa Nueva, de esta urbe, en el cual se depositan los desperdicios de 30 ciudades, lo que lo convierte en el segundo más grande del país.
En años anteriores se incendió varias veces y ordenaron cerrarlo si no se mejoraba el procesamiento de los desechos, pero sus puertas aún están abiertas.
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