La descalificación al ingreso de fuerzas de seguridad ecuatorianas a la misión diplomática llegó después de un rechazo absoluto por parte de la Unión Europea, la inmensa mayoría de los países latinoamericanos, Estados Unidos y el Reino Unido.
España llamó al “respeto del derecho internacional”, tras deplorar la acción justificada por el Gobierno de Daniel Noboa para para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, a quien México le había concedido asilo político.
«La entrada por la fuerza en la Embajada de México en Quito supone una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961», recalcó el Ministerio español de Relaciones Exteriores en un comunicado.
«Hacemos un llamamiento al respeto del derecho internacional y a la concordia entre México y Ecuador, países hermanos de España y miembros de la Comunidad Iberoamericana», puntualizó.
Noboa argumentó que el asilo otorgado a Glas era ilícito y defendió el operativo, violando la Convención de Viena de 1961, que establece que los edificios diplomáticos o consulares «serán inviolables».
México decidió romper los lazos con Ecuador, al que denunciará este lunes ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en Países Bajos.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, endureció sus declaraciones tras haberse pronunciado por el diálogo entre México y Ecuador, y subrayó hace unas horas que «el respeto al derecho internacional es la base de la convivencia entre naciones. España exige el respeto de la inviolabilidad de las misiones diplomáticas».
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