“Lo estamos considerando”, expresó Biden en respuesta a una pregunta que le lanzara un reportero durante una reunión este miércoles con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en la Casa Blanca.
Según los informes, el Parlamento australiano aprobó en febrero una moción que pedía que Assange fuera liberado en su país de origen, y que el primer ministro Anthony Albanese solicitó un fin amistoso al proceso contra el fundador de Wikileaks.
Assange evitó en marzo una extradición inmediata a Estados Unidos tras la petición de la Corte Suprema de Londres de obtener más garantías a Washington en relación con el reo. En caso de que Estados Unidos no entregue las evidencias solicitadas, el activista podría apelar su extradición en una audiencia en mayo.
Para las autoridades estadounidenses, el periodista y fundador del referido sitio antisecretos en 2006 puso vidas en riesgo al publicar documentos militares clasificados que le proporcionó la exanalista de inteligencia del ejército Chelsea Manning en 2010 y 2011.
Los fiscales de Virginia acusaron en 2019 a Assange, de 52 años, entre otros delitos de conspiración para intentar piratear una computadora en relación con la publicación en 2010 de material militar sensible que obtuvo a través de Manning y 17 cargos adicionales en virtud de la Ley de Espionaje.
Cada una de las imputaciones conllevaría una sentencia potencial de 10 años de cárcel, lo cual quiere decir que, de ser declarado culpable, Assange podría recibir una condena de hasta 175 años tras las rejas.
Su caso levantó un fuerte movimiento internacional a favor de su liberación en medio de la lucha contra la extradición.
Los últimos cinco años de su vida han transcurrido en una prisión de Belmarsh en Londres, y durante siete años fue refugiado político en la embajada de Ecuador en la capital del Reino Unido.
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