En una carta a la que tuvo acceso Prensa Latina, 11 parlamentarios pidieron -por iniciativa del eurodiputado español Manu Pineda- al vicepresidente de la Comisión Europea Josep Borrell traducir en acciones concretas su condena al asalto de la embajada mexicana en Ecuador, sede en la que fue detenido Glas, pese al asilo que le habían concedido.
De acuerdo con los firmantes, la gestión del salvoconducto para que continúen los trámites de asilo y el otorgamiento del mismo restaurarían, en parte, la grave violación del Derecho Internacional cometida en Quito.
Asimismo, debido a la grave situación humanitaria, al riesgo que corre su vida y a la desprotección legal en la que se encuentra el exvicepresidente, le instamos a dar instrucciones a la Delegación del Servicio Europeo de Acción Exterior en Ecuador de activar todos los mecanismos necesarios de seguimiento y monitoreo permanente del caso, añadieron.
La solicitud realizada a Borrell, quien es el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, incluye la gestión para que Glas sea visitado con urgencia en prisión para conocer de primera mano su situación.
Además de Pineda (Grupo de la Izquierda), suscribieron la misiva los eurodiputados de España de esa propia fuerza, Maria Eugenia Rodríguez, Miguel Urbán, Esther Sanz e Idoia Villanueva, y sus coterráneos Ana Miranda (Verdes) y Mónica Silvana (Socialistas y Demócratas).
También la firmaron el italiano Massimiliano Smeriglio (No Inscrito), la portuguesa Sandra Pereira, el belga Marc Botenga y la francesa Leila Chaibi, los tres últimos del Grupo de la Izquierda en la Eurocámara.
La carta remitida a Borrell recoge tanto el repudio como la preocupación por el asalto a la embajada mexicana en Quito, calificándolo de una violación sin precedentes de las normas que rigen las relaciones diplomáticas y de la soberanía del país afectado.
Igualmente, queremos dejar constancia de nuestro respaldo a la decisión tomada por el gobierno de México de romper relaciones diplomáticas con Ecuador, subrayaron los 11 eurodiputados.
De igual manera, denunciaron la persecución y la judicialización de la política que sufre Glas, cruzada que consideraron apenas la punta visible del iceberg de la grave situación de violación sistemática de sus derechos que enfrentan los opositores y las organizaciones de la sociedad civil en Ecuador, en particular los miembros del Movimiento Revolución Ciudadana.
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