Una de los pocas voces discordantes con el oficialismo, la diputada Claudia Ortiz, del partido Vamos, dio la voz de alarma y calificó de “curioso” que la sesión plenaria que debe transcurrir el miércoles fuera reprogramada para el lunes.
La diputada recomendó “estar atentos” ante una posible reforma constitucional u otra «sorpresa». Sin embargo, sostuvo que la aprobación de un acuerdo de reforma constitucional debería ser objeto de debate.
“No deberíamos estar pensando siempre que va a haber algo que va a tomar por sorpresa al país, en términos de aprobación de ley, eso genera mucha inseguridad jurídica y no debería ser así, porque no es la manera de aprobar reformas a la Constitución, debería haber un debate», dijo en recientes declaraciones.
Para Ortiz, las reformas constitucionales deben ir encaminadas a ampliarle los derechos a la ciudadanía para proveerle en lo posible de lo necesario y deben ir encaminadas a potenciar el poder a alguien.
Aunque el vicepresidente del país, Félix Ulloa, considero que este es el momento justo para introducir la reforma, el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro negó la posibilidad de introducir el tema, si bien dijo, si el pueblo lo pide se hará.
Otros voceros en el legislativo afirman que es “el momento oportuno, ya que la Constitución del país establece que una (Asamblea) apruebe y otra ratifique, reformar la Carta Magna.
Tras el plenario de este lunes, solo quedarían dos sesiones ordinarias antes del 1 de mayo de 2024, fecha en que deben asumir funciones los nuevos 60 diputados.
En manos del presidente Bukele hay una propuesta de un grupo de expertos que encabezó Ulloa, que plantea profundas modificaciones en un total de 218 propuestas contenidas en un documento que un denominado equipo “ad hoc” propone a la actual Carta Magna de El Salvador, la cual tiene sus cimientos en la de 1950, reformada en 1962 y 1983.
La propuesta del equipo no convoca a una Constituyente, sino que establece se siga el proceso ya establecido, que una Asamblea apruebe las reformas y otra legislatura las ratifique.
Por otra parte, algunos expertos creen necesaria la convocatoria a un referendo, lo cual permitiría a quienes se oponen, expresar sus posiciones en favor o en contra de este ejercicio de reformas, parecido más a una constituyente que otra cosa.
Según expertos, la labor de interpretación de la Constitución no es una actividad exclusiva, sino una función en la cual deben participar todos los sectores de la vida social, algo que al parecer se omite en el actual proceso que amenaza con desembarcar abruptamente en el plenario de la Asamblea.
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