Según la oficina gubernamental una indicación en ese sentido fue dada por el primer ministro Pham Minh Chinh al Banco Estatal de Vietnam (BEV), al que orientó seguir de cerca la evolución de los precios del metal amarillo a nivel nacional y mundial, así como adoptar medidas oportunas y eficaces para regular las transacciones comerciales en ese rubro.
Minh Chinh subrayó la necesidad de colocar los intereses de la nación y del pueblo por encima de todo en la gestión del mercado, e instó a fomentar la producción y exportación de productos de joyería de oro a fin de crear empleos para los trabajadores.
Reclamó también gestionar y regular el suministro, tanto para la producción de lingotes de oro como de artículos de joyería, para garantizar que las actividades y transacciones en ese mercado se realicen y controlen, de modo que no afecten el tipo de cambio o las reservas de divisas y para evitar especulación, manipulación o subidas de precios.
Una indicación similar fue hecha a finales de marzo último por el viceprimer ministro Le Minh Khai, quien solicitó a la gobernadora del BEV, Nguyen Thi Hong, coordinar con las agencias pertinentes para implementar de manera urgente y efectiva soluciones que permitieran gestionar y estabilizar el mercado del oro.
De acuerdo con especialistas en el tema, junto a la preferencia general de los vietnamitas de mantener el oro como medio de reserva para protegerse contra la inflación y los riesgos, los monopolios provocan un desequilibrio en la oferta y la demanda, lo cual provoca que los precios internos del metal difieran ampliamente de los costos mundiales.
Como consecuencia, alertaron, aumenta el contrabando con fines de lucro, lo que dificulta la gestión del mercado de ese metal precioso, causa pérdidas al presupuesto estatal y plantea riesgos para los tipos de cambio.
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