Por la cantidad de palos de vuelta entera, el matancero Yariel Duque encabeza al cuarteto de aspirantes con 98, tras sumar los cuatro conectados en la actual campaña, con una frecuencia de uno cada 24.3 veces al bate.
A su coequipero Ariel Sánchez le falta apenas uno más para completar el centenar de palos de vuelta completa, luego de largar tres bambinazos en la justa corriente, uno cada 30 viajes al plato.
Muy cerca aparece el ex Grandes Ligas Alexei Ramírez, quien compiló 90 jonrones durante siete temporadas antes de mostrar su talento en MLB y en su regreso este año con Vegueros ha largado cinco palazos, a razón de uno cada 19.4 veces al bate.
Ramírez trae el aval de 115 bambinazos en nueve años en la Gran Carpa estadounidense, un dato que inclina a muchos a pensar que podría ser el primero de los cuatro en llegar al centenar de las conexiones que más excitan a los aficionados a este deporte.
También necesita sonar cinco vuelacercas el tunero Yordanis Alarcón para entrar en el selecto escalafón histórico, pero en la actual serie anda buscando el primero todavía.
Un total de 143 jugadores archivan cien o más jonrones en los campeonatos beisboleros de la isla, según los copiosos archivos del estadístico Benigno Daquinta.
El listado lo encabezan Orestes Kindelán (487), Lázaro Junco (405) y Omar Linares (404), únicos con cuatro centenas de cuadrangulares en los torneos nacionales.
Entre los peloteros en activo, el espirituano Frederich Cepeda es el máximo productor de bambinazos (361), con los cuales aparece en el sexto lugar en el ranking de todos los tiempos.
El líder de esas conexiones en la actual temporada, el slugger de Granma Alfredo Despaigne, autor de 11 bambinazos, registra 274 en su currículo de por vida y ascendió al puesto 16 en el ranking histórico.
Despaigne, de exitosa carrera en el máximo nivel del béisbol profesional japonés donde sacudió 184 jonrones en 10 campañas, podría aproximarse a los 300 palos de vuelta entera en Cuba si mantiene su impresionante frecuencia de un vuelacerca cada 7.5 veces al bate.
La baja calidad del picheo en el campeonato beisbolero insular, cuyo promedio de carreras limpias por juego es de 5.50 y le batean como media .299, augura marcas significativas en la producción de jonrones este año.
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