Una encuesta publicada este domingo por POLITICO-Morning Consult, reveló que la guerra de Israel contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) se convirtió no solo en el tema de política exterior más espinoso de la administración de Joe Biden, sino también en una responsabilidad política importante para el presidente en su país.
Es mucho más probable que los demócratas digan que Biden debe ser más duro con Israel a que expresen que presionó demasiado al aliado de Medio Oriente, detalló el sondeo.
En total, el 33 por ciento de los votantes demócratas entrevistados consideró que el presidente “no fue lo suficientemente duro con Israel” durante el conflicto de Gaza, mientras que solo el ocho por ciento opinó que era “demasiado duro”. La sumatoria de esos dos grupos casi arrojó un número similar al 42 por ciento de votantes demócratas que calificaron el enfoque como “perfecto”.
Un elemento que se señaló es que, con el transcurso de la guerra, la Casa Blanca ha ido cambiando lentamente. En los primeros días del conflicto, los funcionarios de la administración Biden enfatizaron el derecho de Israel a defenderse y repitieron que no condicionarían la ayuda a Israel.
Sin embargo, ese matiz ha variado en las últimas semanas, especialmente desde que un bombardeo israelí acabó a principios de abril con la vida de siete trabajadores humanitarios -uno de ellos era estadounidense canadiense- pertenecientes a la ONG World Central Kitchen, quienes distribuían comida en Gaza.
El tanteo sugirió que los republicanos y los independientes mostraron ser más propensos a ponerse del lado de los israelíes. Casi la mitad de todos los republicanos (45 por ciento) expresaron que simpatizaban con los israelíes, mientras que el 25 por ciento de los independientes plantearon lo mismo.
También se observó una división generacional significativa: el 33 por ciento de los votantes de la Generación Z (los nacidos entre mediados y finales de los años 90) dijeron que simpatizan más con los palestinos.
Desde que el gobierno de extrema derecha del primer ministro Benjamín Netanyahu lanzó su ofensiva militar generalizada en la Franja de Gaza, mató a casi 34 mil palestinos en los últimos seis meses, según fuentes gazatíes. La mayoría de las víctimas fatales eran mujeres y niños.
Hasta hace poco Biden se había mostrado extremadamente reacio a manifestar diferencias entre su gobierno y el del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
Ahora, a medida que la guerra contra Hamas se prolonga y la crisis humanitaria en Gaza empeora, el presidente su equipo levantan el dedo contra Tel Aviv, aunque el flujo de armas de Estados Unidos a Israel no cesa.
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