Según las declaraciones del mandatario, concedidas al canal televisivo RCN, la Constitución de la nación establece las vías del poder constituyente.
“El poder constituyente no se convoca, es el pueblo el que se convoca él mismo para decidir sobre aspectos fundamentales del país, ese es el poder constituye”, aseveró.
Petro mencionó por el pasado 15 de marzo primera vez la idea de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, con el fin de garantizar los derechos de la ciudadanía plasmados en la Constitución de 1991 pero aún incumplidos.
Más tarde identificó los nueve puntos que deberían incluirse en el proceso.
El primero de ellos versaría sobre el cumplimiento del Acuerdo de Paz donde se prevé una reforma agraria, la inclusión del territorio y la población abiertamente excluida, y la verdad como eje de la justicia.
Asimismo, el segundo de los puntos buscaría garantizar en el corto plazo las condiciones básicas de existencia a toda la población colombiana: agua potable, salud, y renta para la población más vieja.
De acuerdo con el mandatario, en los últimos 30 años, la inversión pública se concentró en los sectores y los espacios geográficos más pudientes, contrario a lo ordenado por la constitución y el Acuerdo de Paz.
Recuperar los objetivos de la constitución del 91 para priorizar la educación pública y la reforma agraria; así como constitucionalizar la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la economía, serían el tercero y el cuarto, respectivamente.
En un quinto eje apuntó la necesidad de garantizar que la política monetaria, manteniendo la independencia del Banco de la República, priorice el empleo y la producción.
El siguiente punto, el sexto, tendría por objetivo cumplir la orden de la Constitución de hacer un nuevo reordenamiento territorial que los poderes constituidos no implementaron.
Subrayó, en séptimo lugar, la importancia de expedir el estatuto del trabajo, dotando de derechos el empleo en el país y garantizando la igualdad salarial de la mujer; mientras que el octavo pretendería separar la política de la financiación privada.
El último de los ejes expuestos propuso llevar el sistema judicial a obtener la verdad para buscar la reparación de las víctimas y lograr como fin máximo la reconciliación social como punto final de la era de la violencia.
Según Petro, el poder constituido actualmente es débil para hacer reformas porque, o no tiene independencia de los grandes poderes económicos y de la inercia política, o porque ha sido penetrado por el régimen de corrupción.
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