Implementada por el Ministerio de la Agricultura, la iniciativa deberá fortalecer instituciones y unidades vinculadas a la producción y certificación de simientes para diferentes cultivos, indicó la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Bajo el rótulo de “Modelos pilotos, horizontales de gestión del conocimiento y transferencia de tecnologías en Agroecología”, el proyecto trabaja desde 2022 para incrementar la producción de alimentos con beneficios directos para siete mil 200 personas y 14 instituciones.
Según la fuente, el apoyo de FAO y UE contempla la adquisición de tractores, sembradoras automáticas, harneros, contadoras y clasificadoras de semillas, medidores de humedad para granos, balanzas digitales y envases para la conservación de semillas, entre otros medios.
Los receptores de la ayuda son el Instituto de Investigaciones Fundamentales “Alejandro de Humboldt” (Inifat), el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), la cooperativa de créditos y servicios “Pedro González”, y la Estación de Granos de la Isla de la Juventud, precisó el reporte.
El propósito fundamental, detalló la FAO, es impulsar la colaboración con INIFAT e INCA en lo relativo a las semillas originales y básicas de granos y hortalizas, mientras la Estación de Granos de la Isla de la Juventud enfocará sus acciones en el aporte de semillas registradas y certificadas.
De acuerdo con el comunicado, hay ocho municipios participantes en el proyecto: San Antonio del Sur (Guantánamo), Santiago de Cuba (en la provincia de igual nombre), Venezuela (Ciego de Ávila), Abreus (Cienfuegos), Martí (Matanzas), Güines (Mayabeque), Güira de Melena (Artemisa) y el Municipio Especial Isla de la Juventud.
Al decir de la FAO, se trata de fomentar la aplicación de resultados científicos en la práctica productiva a nivel local, así como los vínculos entre instituciones académicas y entidades productoras de alimentos.
Ello incluye el intercambio de experiencias exitosas de diferentes organizaciones e instituciones de investigación del país, para promover vínculos entre innovación, encadenamientos productivos, resiliencia al cambio climático y buenas prácticas a nivel local.
El financiamiento de 2,5 millones de euros, destinado a varias acciones además de la producción de semillas, proviene de la iniciativa global de la UE “Development Smart Innovation through Research in Agriculture”, destacó el organismo de Naciones Unidas.
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