Hasta el momento, ninguno de los 51 demócratas de la Cámara Alta ha expresado que apoya el impeachment (juicio político), e incluso algunos republicanos moderados creen que la conducta del funcionario de la administración de Joe Biden no alcanza el nivel de llevarlo al banquillo en el Congreso.
El proceso, que no se parecerá en nada a los juicios completos en el Senado que enfrentó Donald Trump en 2020 y 2021, comenzó esta tarde tras la verificación de que existe el quorum necesario.
La presidenta interina del Senado, Patty Murray (demócrata por Washington), es quien conducirá el juicio. Ella y los otros 99 senadores preston su juramento como jurados.
A diferencia de los juicios de Trump, que demoraron más de dos semanas, los demócratas podrían terminar el de Mayorkas este mismo miércoles, consideran medios locales.
Para declararlo culpable requerirían un estándar más elevado que el de apertura de juicio político, y los demócratas controlan el Senado en proporción de 51-49.
Se requiere del voto de dos terceras partes del Senado para condenarlo. Solo una mayoría -que lograron con estrecho margen y en un segundo intento- fue necesaria para que la Cámara de Representantes abriera el proceso de juicio político.
La Cámara Baja elevó la víspera al Senado los cargos contra el secretario de Seguridad Nacional a quien culpan de un mal manejo de sus funciones en la cuestión migratoria en la frontera sur.
Según asesores de la Cámara Alta (controlada por los demócratas), el líder de la mayoría Chuck Schumer (Nueva York) calificó antes los dos cargos promovidos por los republicanos contra Mayorkas como “una farsa” y un “absurdo”.
Opinó que no proporcionaron ninguna evidencia de que Mayorkas haya cometido delitos graves y faltas, el estándar para el juicio político establecido por la Constitución.
Desde que tomaron el control de la Cámara de Representantes en enero del pasado año, los republicanos atacaron al secretario de Seguridad Nacional, a quien resposabilizan del alto número de cruces fronterizos y por otro lado buscaban achacar a la administración Biden la crisis migratoria, un tema clave de campaña en año electoral.
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