Presidieron el acto por la parte cubana la embajadora de esa nación en Italia, Mirta Granda, junto a la rectora de la Universidad de La Habana, Miriam Nicado; el Héroe de la República, Ramón Labañino, y participaron además el embajador ante la Santa Sede, René Mujica, así como miembros de la misión diplomática de la Isla en Roma.
Por la parte italiana estuvieron presentes la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Sapienza, Arianna Punzi, además de la directora del Departamento de Estudios Europeos, Americanos e Interculturales, Camilla Miglio, otros miembros del claustro de profesores de esa institución, y un nutrido grupo de estudiantes.
Asistieron también la embajadora de Bolivia ante el Vaticano, Teresa Subieta; la jefa de la misión diplomática de Venezuela en Italia, María Elena Uzzo; el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente emérito del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos y el líder de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, Marco Papacci.
Al entregar el Doctorado Honoris Causa en Ciencias Políticas a Vasapollo, la rectora de la Universidad de La Habana resaltó su larga y destacada trayectoria como profesor, investigador y activista en el campo de las relaciones sociales y políticas, las relaciones internacionales, la cooperación, y la solidaridad con países del sur.
Nicado destacó la labor del catedrático como coordinador del Capítulo Italiano de la Red de Redes de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, colaborador de mérito del Centro de Estudios Martianos de Cuba, así como responsable científico de protocolos de colaboración entre la Universidad de La Habana y la Universidad La Sapienza, de Roma.
Por su parte la embajadora cubana señaló que con la entrega de ese importante título académico honorífico a Vasapollo se le rinde un homenaje merecido a un defensor de las causas más justas, amigo leal de la Revolución cubana y seguidor de las ideas del líder histórico de la misma, el Comandante en jefe Fidel Castro.
Labañino, uno de los cinco luchadores antiterroristas cubanos que fueron injustamente encarcelados en Estados Unidos durante 16 años, resaltó el activo papel jugado por el catedrático italiano en la lucha mundial por hacer prevalecer la justicia, con la liberación de los mismos en diciembre de 2014.
Se refirió a su lucha contra el criminal bloqueo estadounidense contra Cuba y lo calificó como “un hombre excepcional”, combatiente de los que “nunca abandonan la batalla”, y nos enseñan que “toda obra es posible si se hace con amor y desde la convicción más profunda”.
El profesor agradeció la entrega del alto reconocimiento, y dedicó el mismo a la gente que sufre, a los trabajadores que padecen explotación, a las víctimas de las guerras, y a los jóvenes que luchan por un mundo mejor, de paz.
Se reconoció como un profundo marxista y dijo que como tal algunos lo califican de utópico, y recordó al escritor uruguayo Eduardo Galeano cuando dijo que «la utopía está en el horizonte” y “sirve para caminar».
También citó que hay que “Ser cultos para ser libres” como dijera el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, quien en uno de sus poemas más conocidos expresó que “Cultivo una rosa blanca, en junio como en enero, para el amigo sincero, que me da su mano franca”.
Rosas blancas con las que engalanaron este día el salón en el que Cuba homenajeó al fiel amigo italiano, Luciano Vasapollo.
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