La medida ocurrió tras el arresto de nueve trabajadores de la compañía estadounidense que participaron en sentadas pacíficas en las oficinas que la empresa tiene en la ciudad de Nueva York y en Sunnyvale, California.
Según Kate Sim, asesora de políticas de seguridad infantil y una de las cesadas, “el macartismo sigue vivo y activo”.
“Miren cómo les aterroriza el poder de los trabajadores”, expresó Sim en una entrevista concedida a Democracy Now.
Los manifestantes, quienes trataron de colocar en el centro de la opinión pública los negocios del gigante tecnológico con el Gobierno israelí, son parte de la organización No Tech for Apartheid (No al uso de la tecnología en el apartheid) y su demanda es que Google se retire del Proyecto Nimbus.
Básicamente los ejecutivos de Google prefirieron detener a los trabajadores que se expresaron en contra del uso de nuestra tecnología para impulsar el primer genocidio llevado a cabo con IA (Inteligencia Artificial), denunció el ingeniero de software de Google Mohammad Khatami, quien fue detenido en Nueva York.
Reseñó el servicio de noticias que la trabajadora y organizadora de Google Ray Westrick, que también fue puesta bajo custodia, advirtió que hay “más personas dispuestas a organizarse y arriesgar sus empleos para sentar una postura contra la complicidad en el genocidio”.
Hasta ahora hemos concluido investigaciones individuales que resultaron en el despido de 28 empleados, y continuaremos investigando y tomando las medidas necesarias, expresó un comunicado de Google, citado por NBC News.
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