En cuenta oficial de X, Rodríguez evocó al intelectual y maestro de generaciones de revolucionarios y encomió su ejemplo para la diplomacia revolucionaria, por su sapiencia y cubanía extraordinarias y la defensa de Cuba en los más difíciles escenarios internacionales.
Conocido como el Canciller de la Dignidad, Roa fungió primero como embajador de la Isla en la Organización de Estados Americanos (OEA) y luego como ministro de Estado, lo que pasaría a ser más adelante, ministro de Relaciones Exteriores.
En reciente conferencia, destacados diplomáticos cubanos resaltaron su trayectoria, virtudes morales y aportes al país, primordialmente en la conformación de una identificable escuela de diplomacia basada en la ética, el análisis y los principios revolucionarios.
También subrayaron su papel en Naciones Unidas y en diferentes cumbres del Movimiento de Países No Alineados en defensa del multilateralismo y del derecho de Cuba a su independencia, autodeterminación y soberanía.
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