En la ceremonia de inauguración se le entregó el León de Oro, premio principal del evento, al Colectivo Mataaho, de Nueva Zelanda, integrado por los artistas maoríes Bridget Reweti, Erena Baker, Sarah Hudson y Terri Te Tau.
La mención especial fue, por primera vez, para una persona trans, la Chola Poblete, de Argentina, mientras la mención de honor fue para la palestina Samia Halaby, de 87 años, incansable pionera del arte digital.
El ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano manifestó en declaraciones a la prensa que “es un deber permitir también a los artistas expresarse libremente, mientras el presidente de la Bienal Pietrangelo Buttafuoco, definió la misma como “una aventura del alma” en busca “de la experiencia continua de todas las emociones”.
Los pabellones históricos de los Giardini, el Arsenal y del centro de Venecia, estarán llenos hasta fines de noviembre de muestras y eventos, y es novedoso el hecho de que la mayor responsabilidad, como comisario de la exposición, recayó en un latinoamericano, el brasileño Adriano Pedrosa, actual director del Museo de Arte de Sao Paulo.
Se cuenta este año con la presencia de 88 participaciones nacionales, entre ellas las de artistas de Benin, Etiopía, Timor Oriental y Tanzania, países que nunca antes exhibieron muestras en esta Bienal, considerada la más antigua e importante de su tipo en el mundo, destaca una nota publicada en el sitio oficial del evento.
El pabellón cubano se inauguró el pasado 18 de abril con la muestra Cortina, del creador conceptual Wilfredo Prieto, y su apertura contó con la presencia de la embajadora de ese país, Mirta Granda, así como de Daneisy García, presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas, en función de comisaria del mismo.
También estuvo presente Nelson Ramírez, director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, de Cuba, y curador de la muestra, quien señaló en declaraciones a Prensa Latina su satisfacción por “contar con una obra, como esta, representando a mi país”.
“En el contexto histórico actual es muy importante para Cuba tener una presencia fuerte en Venecia, pues necesitamos que el mundo vea que estamos aquí, y continuamos siendo influyentes internacionalmente en el campo de la cultura”, agregó Ramírez.
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