El 2 de julio de 1986, Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana participaban en una protesta contra el régimen de Augusto Pinochet cuando fueron interceptados por una patrulla militar que los golpeó, los roció con combustible y les prendió fuego.
Carmen Gloria logró salvarse, con graves secuelas, pero Rodrigo falleció el 6 de julio a causa de las quemaduras.
Casi cuatro décadas después, la calle Hernán Yungue donde ambos fueron detenidos cambió su nombre esta semana por el del joven fotógrafo.
“Este es un triunfo de toda esta comunidad que nunca ha dejado que se olvide semejante crimen, es un triunfo para Chile y para los que estamos en el exilio y todavía sufrimos las consecuencias de la represión”, declaró Verónica de Negri”, madre de Rodrigo.
Recordó que este año, en enero, se logró también que la justicia condenara a 20 años de prisión a los autores materiales de este hecho: Julio Ernesto Castañer, Iván Humberto Figueroa, Nelson Fidel Medina y Pedro Fernández Dittus.
Para el alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz, constituye un hito poder institucionalizar esta calle como un sitio de memoria, donde durante años los pobladores han venido a rendir homenaje a Rodrigo y Carmen Gloria.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, consideró como un honor poder participar en ese acto, primero como miembro del Gobierno, segundo como ciudadano, pero fundamentalmente en representación del Estado de Chile.
El titular se refirió a los esfuerzos realizados con el Plan Nacional de Búsqueda de los detenidos desaparecidos, pero además con la creación de estos sitios patrimoniales, porque recordar también es reparar y garantizar el cuidado del futuro, dijo.
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