El senador Joe Manchin (demócrata moderado de Virginia Occidental) y el exsenador Rob Portman (republicano de Ohio) lamentaron el estado del Congreso en una entrevista citada en medios locales.
Según Manchin “cada uno de nosotros debería avergonzarse de lo que somos, de lo que estamos viviendo ahora en el 118 Congreso”.
Por su parte Portman describió al Congreso como “disfuncional” atendiendo a las luchas en la Cámara de Representantes cuando se pretende aprobar cualquier legislación y constantemente bajo la amenaza de un cambio de presidente del hemiciclo.
Justo, la representante republicana Marjorie Taylor Greene dijo la víspera en un programa de Fox News que el speaker de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, “traicionó” a los votantes del partido después de que aprobara nueva ayuda a Ucrania, amenazando con convocar una votación para su destitución si no renuncia.
Después de meses de resistirse a presentar un proyecto de ley de ayuda exterior en la Cámara de Representantes, Johnson se unió a los demócratas el sábado para promover un paquete de ayuda exterior de 95 mil millones de dólares, que contiene, entre otras partidas, 61 mil millones de dólares para Ucrania.
Tal posición de los más conservadores en ese órgano recuerda lo ocurrido en octubre pasado cuando fue expulsado el entonces presidente Kevin McCarthy, la primera vez en la historia de Estados Unidos que se producía una remoción de este tipo.
Esa fue una votación extraordinaria forzada por un contingente de conservadores de línea dura, en una acción que desató el caos en la Cámara Baja y profundizó la división dentro de la cúpula republicana.
Johnson (republicano por Luisiana) cambió «considerablemente desde que se convirtió» en speaker, lo que disgustó «a los legisladores de derecha con los que antes conformaba un frente común», resumió el diario The New York Times.
Entretanto, Manchin y Portman en sus declaraciones de ayer expresaron la decepción respecto a sus respectivos partidos.
Por mucho tiempo Manchin, quien ya anunció que no irá a la reelección de su escaño, chocó con la administración de Joe Biden. Fue el principal escollo en el plan estrella de la agenda legislativa del demócrata que en su momento llamaron Reconstruir Mejor (Build Back Better), una apuesta a gran escala en materia económica y climática.
El legislador logró descarrilar el proyecto del cual solo quedó una versión reducida que se denominó Ley de Reducción de la Inflación, promulgada por Biden en 2022.
En cuanto a Portman, se opuso al expresidente Trump antes de retirarse del Senado tras las elecciones de medio término de hace casi dos años.
Cuando Trump buscó en un intento desesperado anular la elección que perdió frente a Biden en noviembre de 2020, el entonces senador se desmarcó.
“No puedo soportar permitir que el Congreso rechace el deseo de los votantes”, dijo Portman en un comunicado sobre los intentos de los republicanos leales a Trump de impedir la certificación del triunfo electoral de Biden en 2021.
Pero ninguno de los dos se comprometió a respaldar a Biden o Trump este año en sus carreras por la mansión ejecutiva.
El demócrata señaló que el actual presidente “tiene que asumir la culpa de lo que está mal” con respecto a la inmigración y la política fronteriza, pero agregó (moderado al fin) que también es responsabilidad de los republicanos de la Cámara Baja, que rechazaron un proyecto de ley bipartidista en ese sentido.
Mientras Portman advirtió que falta el aire de bipartidismo que disfrutó durante su trayectoria en el Senado.
“Puedes ser republicano MAGA (Make America Great Again, corriente de Trump), puedes ser un demócrata progresista, pero si estás dispuesto a considerar tu trabajo para resolver problemas, entonces descubrirás cómo encontrar puntos en común”, subrayó.
“Y esa debe ser -acotó- la preocupación primordial. Me preocupa que eso escasee hoy en el Senado”.
El 118 Congreso de Estados Unidos tiene la Cámara de Representantes (de 435 puestos) bajo dominio republicano y el Senado (de 100 escaños), teñido del color azul de los demócratas.
Por eso el anuncio de Machin de que abandonará el Capitolio hace más reñida la carrera este año para los demócratas, que buscan mantener el control sobre la Cámara Alta donde ahora cuentan con una diferencia mínima (51-49).
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