En criterio de Voronin, en lo inmediato no habrá cambios positivos en la solución del conflicto de Transdniester, pues en cualquier momento pueden surgir eventos políticos imprevisibles, sin embargo, agregó el político a la cadena de televisión Exclusiv TV, que lo más importante es poder negociar.
Recordó que nadie esperaba la escalada del conflicto en los años 1990, por lo que no se puede garantizar que no vuelva a suceder algo semejante.
Transdniester, con el 60 por ciento de habitantes rusos, luchó por independizarse de Moldavia ya antes de la desintegración de la Unión Soviética, temiendo que, debido al auge de los ánimos nacionalistas se uniera a Rumanía.
El desmoronamiento de la URSS empujó a varios distritos en la ribera oriental del Dniéster a proclamar la República Moldava de Transdniester en 1992. Chisinau respondió con el envío de tropas al territorio rebelde, lo que provocó un conflicto armado que se prolongó por varios meses.
Actualmente, Transdniester es un territorio fuera del control de Chisinau, con todos los atributos de un Estado, incluida moneda propia.
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