Esto nos llevó a disminuir la alerta de roja a amarilla, especialmente en los departamentos donde se presentaron la mayoría de los pacientes, como en el caso de Suchitepéquez, expresó el titular en conferencia de prensa.
El funcionario reconoció además los esfuerzos de los salubristas, quienes continúan con la labor, ya que son sistemáticos los análisis para determinar la causa de la enfermedad.
El antecedente de un padecimiento gastrointestinal, fiebre y consumo de alimentos mal preparados fueron los factores asociados con el brote, precisó Cordón.
Además, los diagnósticos detectaron personas sin signos del síndrome y con Campylobacter SPP, lo que sugirió la transmisión de la bacteria en la comida, acotó.
Sin embargo, apuntó, es necesaria una evaluación exhaustiva de la recolección de las muestras de los pacientes que experimentaron el síndrome y de quienes no fueron diagnosticados.
El Ministro agregó que el brote deja el desafío de seguir con la vigilancia y capacitar al personal y promover las buenas prácticas del manejo de alimentos.
El viceministro de Regulación, Vigilancia y Control de la Salud César Conde remarcó que la asociación más estrecha encontrada con los casos es la Campylobacter, aunque sobre la fuente inicial de la contaminación aún no tienen respuesta, subrayó.
En las muestras de agua no la hallaron, pero sí heces fecales en agua y en algunas muestras de alimentos, que podrían afectar a las personas, enfatizó. El 17 de diciembre de 2023 saltaron las alarmas en este país luego de aparecer un primer caso en el municipio Mazatenango, Suchitepéquez, de un paciente de 35 años aquejado de debilidad muscular.
El 21 de ese propio mes recibieron otros dos pacientes masculinos en las mismas condiciones y al día siguiente un cuarto, lo que llamó más la atención.
El 26 de diciembre ya sumaban nueve casos, calificados entonces como sospechosos del síndrome de Guillain-Barré, que llegaron a 15 en enero del presente año.
En total, según las autoridades, archivaron 87 afectados y cinco fallecidos, el 40 por ciento en los municipios de Cuyotenango y Samayac de Suchitepéquez, y el 80 en personas de 15 a 64 años.
Por ese fenómeno el Gobierno suspendió las actividades de carnaval en una de una de esas demarcaciones para evitar la propagación del padecimiento y durante dos meses las clases presenciales en dos municipios.
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