Este domingo fue caótico en esta urbe, donde la salida de madre de ríos causó atascos de tránsito, mientras el número de damnificados asciende a 100 mil en una noria salvaje de desastres: destrucción de casas, cultivos e infraestructura y muerte de ganado mayor y ovino, según reportes en los medios.
Arterias principales de esta capital ofrecían el inusual espectáculo de una especie de Venecia africana, con varios conductores devenidos gondoleros de ocasión tratando de vadear las zonas anegadas en sus vehículos.
Las autoridades encargadas de la administración de carreteras advirtieron a los chóferes que evitaran las zonas inundadas, en particular la que une esta capital y la ciudad portuaria de Mombasa, vital para el comercio local y regional.
El cuadro que ofrece el país hizo vivir a los kenianos los angustiosos momentos de principios de este mes cuando 51 personas, cuyo ómnibus del transporte público cayó a un río, y salvaron la vida en el último momento.
Para colmo de males, el servicio meteorológico acaba de emitir un parte, en el cual pronostica que las precipitaciones diluviales persistirán en lo que resta de la presente semana, que acaba de comenzar.
Más temprano, las autoridades de Burundi, país localizado en el occidente africano, pidieron auxilio a la comunidad internacional `para enfrentar los daños ocasionados por inclementes aguaceros.
Ambas situaciones son causadas por el cambio climático, acorde con criterios de especialistas en el tema.
npg/msl