Un comunicado firmado por el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo condenó que el texto preparado por el Departamento norteamericano de Estado atribuye a Washington el rol, por nadie concedido, de guardián de esas garantías en el mundo.
“Desconocemos absolutamente esta atribución que el Imperio norteamericano se auto-concede, y reiteramos nuestras justas acusaciones y denuncias sobre los Gobiernos colonialistas y neocolonialistas de los Estados Unidos, por todos los crímenes cometidos contra Nicaragua”, indicó la nota.
Denunció que la postura expresada en el reporte estadounidense demuestra la “tendenciosa, parcializada e interesada exposición imperial, en continuo e insostenible afán de superioridad”.
La misiva de Managua enfatizó en que la nación norteña carece de potestad para lanzar acusaciones a este territorio, más cuando tiene un historial de crímenes de lesa humanidad y magnicidios como los de Benjamín Zeledón y Augusto Sandino.
“Respondemos a su lista de calumnias, difamaciones e infamias, adjudicándoselas a ellos mismos (…) Sus informes son de ustedes, sobre ustedes y para ustedes. No los reconocemos. No pertenecemos a una cultura de dominados o colonizados”, indicó.
Finalmente, llamó a que la Casa Blanca responda ante la Corte Internacional de Justicia por sus crímenes y cumpla con la sentencia histórica que les obliga a indemnizar a Nicaragua por una de sus tantas guerras genocidas.
jha/ymr