En opinión del primer ministro Justin Trudeau, el proyecto puede considerarse como el mayor del sector en la historia del país, según afirmó el dignatario canadiense durante la presentación de la inversión en la localidad de Alliston, donde Honda tiene su sede local.
La iniciativa contempla la construcción de cuatro plantas para la producción de vehículos, incluida una de montaje de automóviles y otra de baterías.
Según lo previsto, la ensambladora de autos estará totalmente en operaciones a partir de 2028 y llegará a tener una capacidad de producción de 240 mil unidades al año.
Para la ejecución de las inversiones, Honda recibirá ayudas directas del Gobierno de Canadá por unos cinco mil millones de dólares canadienses (alrededor de tres mil 650 millones de dólares estadounidenses).
El negocio incluirá el montaje de unidades para la fabricación de distintos componentes de las baterías de litio-ion.
La multinacional japonesa proyecta inversiones similares en territorio de Estados Unidos, con el propósito de expandir su alcance en Norteamérica.
A fines de 2025, Honda deberá comenzar la producción de los nuevos vehículos eléctricos en territorio estadounidense, en una planta de montaje en Marysville.
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