El dirigente enfatizó en que la gestión de la Franja será a través del diálogo palestino entre las diversas organizaciones sin interferencia de Washington ni de la entidad israelí.
De acuerdo con el representante de Hamas, el gobierno estadounidense tiene la responsabilidad de los crímenes en Gaza, “ya que cubre a la ocupación y la alimenta con dinero y armas”.
Para Baraka, la Resistencia está preparada para enfrentar cualquier avance israelí en Rafah, al asegurar que hay brigadas palestinas sin participar aún en la batalla terrestre.
En declaraciones al canal panárabe Al Mayadeen, explicó que el enemigo pudo entrar en la mayoría de las zonas de Gaza y salió sin la posibilidad de acceder en los túneles; mientras, los combatientes salen de ellos para realizar sus operaciones.
Según comentó el miembro de Hamas, la Resistencia palestina aprovechó los 10 últimos años para fabricar armamento y prepararse para esta batalla.
En este sentido, destacó la experiencia de los aliados en Siria e Irán, que ayudaron transfiriendo tecnología, para poder enfrentar la guerra sionista, respaldada por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y otros.
A propósito, subrayó que los combatientes palestinos mantienen su posición en Gaza, a pesar de la venganza israelí contra civiles y la destrucción de escuelas, hospitales, mezquitas e iglesias.
Tras casi siete meses de resistencia, el dirigente cuestionó el actuar de la comunidad internacional, las Naciones Unidas, las organizaciones de derechos humanos y la Corte Internacional de Justicia, incapaces de detener la masacre, el genocidio y la destrucción israelí.
Baraka elogió la firmeza del pueblo palestino para no retroceder ante la ocupación y llamó a los países árabes a enviar ayuda real y romper el asedio en la Franja de Gaza.
En la ocasión, destacó el papel del frente de la Resistencia libanesa (Hizbulah) que obligó al ejército israelí a trasladar cuatro divisiones desde Gaza al norte, y también provocó el desplazamiento de más de 100 mil colonos de Galilea, además de las pérdidas económicas.
Al mismo tiempo, extendió el reconocimiento a la Resistencia de Yemen, que interrumpió con sus acciones militares la navegación en el mar Rojo y cerró el puerto de Eilat.
Respecto al estancamiento de la cuestión de las negociaciones sobre un alto al fuego en Gaza, Baraka reiteró la posición palestina de un cese permanente de la agresión con el intercambio de prisioneros, el regreso de los desplazados y la ayuda y la reconstrucción.
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