Un barco de la Fuerza Naval llevó insumos como camillas, sueros, cilindros de oxígeno, batas, mascarillas faciales, termómetros, basureros, carpas y equipos de seguridad, además de alimentos, para garantizar el funcionamiento de los sitios temporales mientras se construye un nuevo sanatorio.
Con el nuevo lote suman 230 toneladas de suministros, comida y artículos de primera necesidad que el Estado envía a Roatán, seguido de la tragedia ocurrida hace justo una semana.
Además, médicos de toda Honduras están en esa zona caribeña para reforzar los servicios sanitarios.
Las autoridades del país prevén levantar un total de tres centros de atención médica, activaron el Comité de Crisis y también implementaron una vigilancia epidemiológica para detectar y controlar posibles riesgos para la salud de la población, con el fin de responder de manera oportuna a la situación en la isla.
Un incendio de grandes proporciones estalló el pasado 19 de abril en el hospital público de Roatán, en el Caribe de Honduras, sin provocar víctimas pero sí amplio daño material.
Según se confirmó, el fuego comenzó en la sala de pediatría, todavía no se precisaron las causas pero hay sospechas deque lo inició un cortocircuito.
Las llamas se extendieron con más facilidad porque gran parte de la infraestructura del sanatorio era de madera.
El Gobierno trasladó a los pacientes del hospital hacia instalaciones médicas de Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba, declaró la emergencia sanitaria en Roatán y suspendió las actividades masivas en Roatán allí durante 15 días.
Esa isla es uno de los destinos turísticos más importantes de Honduras en El Caribe.
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