Las personas entrevistadas en la investigación representan más del 60 por ciento de la población mundial, lo que sugiere que existe una apertura general a la inmunización como medio para aumentar la confianza en las nuevas generaciones de vacunas y refuerzos contra varias enfermedades.
El estudio fue codirigido por la Graduate School of Public Health and Health Policy de la City University of New York’ (CUNY SPH) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación la Caixa.
De acuerdo con los especialistas de ambas instituciones, el enorme impacto humano de la pandemia de la Covid-19 condujo a la rápida investigación y desarrollo de vacunas seguras y eficaces basadas en modelos existentes, y dio lugar a la mayor campaña de vacunación de la historia.
Solo un año después de que esa enfermedad fuera declarada pandemia, más de 250 millones de personas en todo el mundo habían sido vacunadas contra el SARS-CoV-2, el virus que la genera.
Aunque ya no se considera una amenaza significativa para la salud pública, el virus sigue circulando y mutando, lo cual significa la necesidad de refuerzos adaptados a las variantes, especialmente para las muchas personas con mayor riesgo de enfermar gravemente y morir. Actualmente, la reticencia ante las vacunas, la fatiga pandémica y la vacunal representan los principales desafíos para que la gente se mantenga al día con sus inmunizaciones, incluidas las de refuerzo contra la Covid-19, afirmó Jeffrey V. Lazarus, jefe del Grupo de Investigación en Sistemas de Salud de ISGlobal y coordinador del estudio.
El experto precisó que se evaluó la confianza mundial en las fuentes de información y en las vacunas y se comprobó que a pesar de la pandemia ese indicador no disminuyó, pues más de tres de cada cinco participantes (60,8 por ciento) dijeron estar más dispuestos a inmunizarse contra enfermedades distintas a la Covid-19.
Lazarus afirmó que ello es resultado de la experiencia dejada por la pandemia, mientras que sólo el 23,1 por ciento se mostró menos dispuesto.
También fue valorada la confianza del público en las fuentes de información utilizadas durante la pandemia, entre las que resultaron las más fiables, los profesionales y la Organización Mundial de la Salud, lo que pone de relieve la importancia de contar con ellas para futuras campañas sanitarias de comunicación.
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