El Gobierno belga decidió hace unas semanas que era necesario imponer sanciones comerciales contra Tel Aviv, indicó.
Según él, si la propia Bélgica introduce estas sanciones, entonces las rutas comerciales simplemente cambiarán, por lo que se viene discutiendo durante varias semanas con otros países europeos cómo resolver este problema sin decirlo en voz alta.
De acuerdo con De Croo, la UE puede utilizar el incumplimiento por parte de Israel de la cláusula de derechos humanos del acuerdo de asociación con la Comunidad, como pretexto para imponer sanciones.
El primer ministro belga añadió que su país pidió al jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, que explore esta posibilidad.
La introducción de cualquier restricción en el Consejo de la UE requiere una decisión unánime de los 27 países de la comunidad, lo que, dados los agudos desacuerdos entre sus miembros sobre el conflicto entre Israel y Palestina, hace que esta tarea sea extremadamente difícil.
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