Publicado en la revista Stroke y a cargo de expertos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Estados Unidos, la indagación refiere que medir las concentraciones de una red de moléculas inflamatorias en la sangre podría permitir a los médicos calcular una puntuación de riesgo de susceptibilidad a la enfermedad de los pequeños vasos cerebrales.
“Al calcular las concentraciones de esta red de moléculas inflamatorias en la sangre de pacientes que no han tenido un evento cerebrovascular, los doctores pueden evaluar cuantitativamente el riesgo de una persona de sufrir enfermedad cerebral de vasos pequeños y futuro accidente cerebrovascular”, detallaron los científicos.
Las conclusiones fueron posibles gracias a que los estudiosos se centraron en una red biológicamente conectada de moléculas inflamatorias conocida como red de interleucina-18 o IL-18, que incluye proteínas y moléculas de señalización utilizadas para combatir diversas infecciones.
Sin embargo, advirtieron, “la concentración de estas moléculas individuales puede fluctuar en respuesta a otras dolencias como la gripe o trastornos autoinmunes, lo que las convierte en predictores poco fiables del riesgo de accidente cerebrovascular a nivel individual”.
Dijeron también que su investigación no puede determinar aún si es posible modificar o reducir la puntuación de riesgo de una persona o prevenir un derrame cerebral incluso antes de que ocurra.
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