Esta madrugada las tropas irrumpieron en el campamento de refugiados de Shuafat, al norte de Jerusalén Este, en preparación para demoler la casa de un atacante palestino.
Citados por la agencia oficial de noticias Wafa, testigos presenciales informaron que los uniformados evacuaron a la familia de Fadi Jamjoum, compuesta por su esposa y sus cuatro hijos.
La vivienda está ubicada en un edificio de 10 pisos que contiene 30 apartamentos residenciales, por lo cual los militares ordenaron a todas las personas abandonar el inmueble.
Las autoridades israelíes defienden la política de demoliciones al afirmar que son un elemento disuasorio clave para detener a otros posibles atacantes.
Sin embargo, los palestinos y los grupos de derechos humanos condenan esa estrategia al considerar que es un castigo colectivo porque afecta a muchas personas que no tuvieron ninguna participación en esos incidentes.
Este jueves las fuerzas de seguridad también asaltaron esta ciudad y la vecina de Al Bireh, donde se desplegaron en varios barrios y realizaron allanamientos. En esta última detuvieron a dos hermanos.
También irrumpieron en las localidades de Bartaa, Urif y Tal, ubicadas en el norte de la Ribera Occidental.
En la sureña gobernación de Belén fueron arrestados 11 ciudadanos durante operaciones en esa urbe y en las vecinas aldeas de Doha y Beit Fajjar, así como en el campamento de refugiados de Aida.
Otro más fue capturado en la localidad de Kafl Haris, tres más en Hebrón, Halhul y Sa’ir y a dos hermanos en la urbe de Nablus, en el norte de Cisjordania.
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