Esta patología afecta al sistema inmunitario de las personas que lo padecen y deteriora de manera progresiva los tejidos del cuerpo y puede ocasionar la muerte.
Se trata de un padecimiento que aparece tanto en personas jóvenes como adultas, siendo la edad promedio entre 15 y 45 años aproximadamente.
Su detección resulta bastante complicada en sus primeras etapas pues los síntomas aparecen y desaparecen o suelen ser confundidos con otras patologías.
Dicho trastorno varía de una persona a otra y los síntomas no siempre son los mismos.
Cuando se desencadenan los cuadros o brotes de la enfermedad, por lo general, los pacientes se encuentran en presencia de estrés o por estar mucho tiempo expuestos al calor excesivo.
Otros posibles desencadenantes pueden ser las infecciones o la administración de algún medicamento como la penicilina.
Tambièn, se sabe que el embarazo y el parto pueden causar el brote de este mal de salud en algunas mujeres.
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