desaparecidos, signó en Brasil la semana que termina hoy.
De acuerdo con el último boletín de la Defensa Civil, se registran también 756 personas heridas, 71 mil 409 sin abrigo (fueron colocadas en escuelas) y 339 mil 928 tuvieron que resguardarse en casa de familiares y amigos.
Por otra parte, resultaron rescatados 70 mil 863 residentes y nueve mil 984 animales.
También se notificaron impactos por las fuertes precipitaciones e inundaciones en 92,3 mil viviendas y la cantidad de municipios afectados llegó a 441.
El mal tiempo en Rio Grande do Sul ocasionó, hasta entonces, cerca de ocho mil millones de reales (mil 600 millones de dólares) de perjuicio financiero a la división territorial.
Las devastadoras inundaciones destruyeron partes de algunas ciudades, como Porto Alegre, capital estadual, parcialmente sumergida y bajo un dantesco rastro de destrucción.
Ciudades como Canoas y Eldorado aún están bajo agua, y otras como Muçum, de la cual solo quedaron escombros, comienzan a programar su reconstrucción en áreas más altas y alejadas de las márgenes de los ríos.
Aunque la prioridad es el rescate, las autoridades anunciaron este viernes un refuerzo en la seguridad, pues hubo casos de saqueos en localidades e, incluso, agresiones sexuales en refugios para víctimas de la catástrofe atmosférica.
Una de las principales preocupaciones es el impacto económico de la crisis, pues Rio Grande do Sul es un importante centro agrícola del país y el mayor productor de arroz del gigante sudamericano.
Tal escenario puede empeorar en los próximos días, pues se esperan nuevas tormentas con aguaceros, frío y fuertes ráfagas de viento.
Las lluvias deben llegar a 115 milímetros entre este sábado y domingo, lo que volverá a presionar el nivel de ríos desbordados, según el ministro de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Paulo Pimenta.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció el jueves un paquete de ayuda financiera de 50 mil millones de reales (unos 10 mil millones de dólares) para Rio Grande do Sul, que enfrenta la peor tragedia climática de su historia.
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