Nuestra decisión de apoyar la demanda se produce a la luz de la escalada de los ataques israelíes contra los civiles en ese territorio, en especial el asalto a la ciudad fronteriza de Rafah, explicó Ahmed Abu Zeid, portavoz de la Cancillería, durante una entrevista con la televisora ON.
El portavoz criticó “la continuación de la política de asedio, hambre, cierre de cruces fronterizos y ataques directos contra civiles”.
Todas estas razones llevaron a Egipto a intervenir en este asunto porque estimamos que, en la mayoría de esos casos, tales prácticas caen dentro del alcance del mandato de la Convención para la Prevención del Genocidio, indicó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores anunció ayer su decisión debido al incremento de los ataques israelíes.
La Cancillería denunció las operaciones castrenses indiscriminadas contra la población civiles, la destrucción de infraestructuras, los desplazamientos forzados y “la creación de condiciones de vida insoportables, lo que llevó a una crisis humanitaria sin precedentes”.
Consideró que estas acciones constituyen una violación flagrante del derecho internacional y el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 sobre la protección de los civiles en tiempos de guerra.
Asimismo, instó a Israel, como potencia ocupante, a cumplir con sus obligaciones sobre el tema.
“Esto incluye implementar medidas provisionales emitidas por la CIJ para garantizar un acceso adecuado a la ayuda humanitaria que satisfaga las necesidades de los palestinos en Gaza y abstenerse de cometer violaciones contra la población civil, subrayó.
También llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar medidas inmediatas para detener las violaciones en ese territorio y las operaciones militares en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto.
A finales del pasado año, Sudáfrica acusó en la CIJ a Israel de violar la Convención de las Naciones Unidas sobre Genocidio de 1948.
La pasada semana, el Ejército israelí lanzó una ofensiva terrestre contra la ciudad de Rafah, donde se refugiaban más de un millón de palestinos, de los cuales al menos 300 mil abandonaron la zona en los últimos días.
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