En un artículo de opinión que publica el Diario El Salvador en ocasión del 9 de mayo -día de la victoria sobre el fascismo- el diplomático hace un recuento de la victoria rusa en la Gran Guerra Patria “que trajo a nuestra tierra tanto dolor, sufrimiento, destrucción y 27 millones de víctimas humanas”.
Resaltó el trabajo de la Unión Soviética que “aplastó la máquina militar occidental más poderosa y perfecta de la época” para impedir “que se repitiera la tragedia, esta vez atómica, que amenazaba a Rusia, y de hecho a toda la humanidad, con la extinción.
Pero, precisó, en menos de medio siglo nuestro país común se desintegró prácticamente según los planes que Hitler quiso realizar en su día, y los daños económicos y demográficos de los rusos por la transición al capitalismo liberal son comparables a las pérdidas de la Gran Guerra Patria (1941-1945).
Sobre Ucrania apuntó “con el apoyo directo de los gobiernos occidentales encabezados por Estados Unidos, los exmercenarios nazis del llamado Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) fueron declarados héroes a escala estatal”.
“El actual presidente de Ucrania, de etnia judía, Volodymyr Zelensky, apoya plenamente esta política, traicionando así la memoria de sus antepasados (su abuelo luchó contra los nazis) y de numerosas víctimas del holocausto y se ha convertido, de hecho, en un colaborador neonazi”, agregó.
Aseveró que contrariamente a lo que afirman los ideólogos ucranianos modernos, el UPA nunca llevó a cabo operaciones de combate clásicas contra el Ejército Rojo.
Su práctica, aclaró, era la guerra terrorista: ataques a las unidades de retaguardia o a las autoridades locales, así como masacres de civiles desarmados, incluidos polacos, judíos y ucranianos que apoyaban la amistad con nuestro país y el poder soviético.
En otras palabras, el Ejército Insurgente Ucraniano, del que se proclama oficialmente sucesor el actual Gobierno de Kiev, era en realidad un aliado de la Alemania nazi. Y su líder ideológico Stepan Bandera se ha convertido en un héroe nacional en la Ucrania moderna. Es precisamente a ese Estado antirruso al que el «Occidente colectivo» apoya ahora con todas sus fuerzas, dijo.
Subrayó el embajador que “Rusia no pretende convertirse en una nueva hegemonía mundial, esto es evidente. Quiere preservar su soberanía nacional y fortalecer su seguridad, proteger a los ciudadanos rusoparlantes de las políticas agresivas de Kiev”.
Recordando las hazañas de los héroes de la Gran Guerra Patria no puedo dejar de mencionar con orgullo y profundo reconocimiento la lucha heroica de sus dignos herederos contra el neonazismo en Ucrania actual. Hemos vencido en el lejano 1945, ¡lo haremos hoy!, puntualizó Khokhólikov.
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