La medida motivó la protesta de organizaciones como el Colectivo Marcha del Orgullo, que calificó como discriminatoria y estigmatizante la medida que va contra la corriente que en el mundo rige, de aceptación a la diversidad sexual.
El decreto supremo, firmado por la presidenta Dina Boluarte, lleva las rúbricas también de los ministros de Salud, César Vásquez, y de Economía, José Arista.
La norma sostiene que se trata solo de la actualización del PEAS, que consigna las enfermedades que atiende el sistema estatal de Salud.
Consigna siete patologías: transexualismo, transvestismo de rol dual, trastorno de la identidad de género en la niñez, trastorno de la identidad de género no especificado, transvestismo fetichista, orientación sexual egodistónica y trastornos de diverso tipo
El Colectivo Día del Orgullo exigió la modificación del cuestionado documento, que consideró desfasado y señaló que abre la posibilidad de aplicar procedimientos de tortura, por lo que exige que se refleje lo normado por la Organización Mundial de la Salud.
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