Una investigación realizada por la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible (ENEA), divulgada en su sitio oficial, identificó a esas cinco regiones como las más golpeadas por esos eventos, que entre 2003 y 2020, causaron la muertes de 378 personas, de ellas 297 hombres y 81 mujeres.
Se reportaron 321 víctimas mortales por deslizamientos y avalanchas, mientras otros 28 fallecimientos fueron causados por tormentas y 29 como resultado de inundaciones, precisa el análisis del Laboratorio ENEA, dirigido por las especialistas Raffaella Uccelli y Claudia Dalmastri.
Sumaron 73 las muertes en Trentino-Alto Adigio, mientras ascendieron a 55 las registradas en Lombardía y a 35 las ocurridas en Sicilia, mientras que en Piamonte perdieron la vida 34 personas y en Véneto, Abruzos, Emilia-Romaña, Calabria y Liguria, el número de víctimas mortales fue de 29, 24, 12, 10 y 10, respectivamente.
El 50,0 por ciento de los 247 municipios italianos con al menos un fallecido por estas causas se ubican en zonas montañosas y escasamente pobladas donde, según precisó Dalmastri, el riesgo de mortalidad por fenómenos meteorológicos e hidrogeológicos extremos se relaciona con una fragilidad intrínseca y dificultades para el rescate.
Según datos publicados por la organización ecologista Legambiente, citados en este análisis, en Italia más del 90,0 por ciento de los municipios y más de ocho millones de habitantes enfrentan riesgo de fenómenos climáticos extremos, en particular deslizamientos de tierra e inundaciones.
El estudio concluye que “los fenómenos meteorológicos extremos están aumentando en frecuencia e intensidad debido al cambio climático, con consecuencias dramáticas para los territorios y las poblaciones, en particular para las personas mayores de 65 años, cuyo porcentaje en Italia ha aumentado un 24,0 por ciento en 20 años”.
Finalmente se señala en el documento que conocer las zonas con mayor riesgo de mortalidad asociada es fundamental para “definir acciones prioritarias de intervención, asignar recursos económicos, establecer medidas de alerta y emprender acciones de prevención y mitigación para proteger el territorio y sus habitantes”.
mem/ort